En honor al próximo 22 de julio, Día Mundial del Cerebro, queremos hablar de éste órgano tan valioso.
El cerebro es el órgano más complejo que tiene el ser humano. Se ubica dentro del cráneo, forma parte del Sistema Nervioso Central (SNC) y constituye la parte más voluminosa y conocida del encéfalo. Las funciones principales de este órgano son:
- Control de las funciones vitales.
- Recibe, procesa, integra e interpreta toda la información que recibe de los sentidos.
- Controla los movimientos y la postura.
- Es responsable de nuestras emociones y conductas.
- Nos permite pensar, razonar, sentir…
- Controla las funciones cognitivas superiores.
El desarrollo del sistema nervioso central humano es modulado por la actividad física. Muchas investigaciones destacan el impacto que tiene ésta sobre el desarrollo cerebral y el aprendizaje durante la infancia y la adolescencia. Esto se debe a las “ventanas de neuroplasticidad críticas”. Pero, ¿qué son estas “ventanas”? También conocidas como “ventanas de oportunidad”, son los momentos ideales para aprender y ejercitar lo aprendido. El refuerzo de las habilidades motoras en dichas etapas, favorece las oportunidades de explorar y aprender, permitiendo la activación de infinidad de interacciones que potencian el desarrollo psicológico.
Las investigaciones demuestran que la realización de la práctica deportiva optimiza la circulación y oxigenación cerebral, permite mayor actividad de ciertas áreas cerebrales, mejora la función de memoria de trabajo y control cognitivo, aumenta la densidad ósea y muscular y mejora la tolerancia del estrés. Además, contribuye a un óptimo mantenimiento de un estado saludable a través de un impacto positivo en las funciones emocionales y cognitivas del ser humano.
Como apunta Barrios Herreros y López Ferradaz (2011), el ejercicio físico es toda actividad física planificada, estructurada y repetitiva, cuyo objetivo es mejorar o mantener la salud, la calidad de vida o simplemente recrearse. Pero, ¿cuál es la importancia de la actividad física física efectuada por niños, niñas y adolescentes respecto al desarrollo de su cerebro? Según estudios, se confirma que el deporte influencia cambios en la corteza prefontal anterior derecha, relacionándose con un mejor control cognitivo. Del mismo modo, la práctica deportiva durante la infancia y adolescencia tiene un impacto positivo en las funciones emocionales e intelectuales.
Por lo tanto, como conclusión, cabe decir que el cerebro humano, gracias a su plasticidad neuronal, tiene una gran capacidad para modificar su estructura y funcionamiento. Esto no solo permite suplir las carencias funcionales de la lesión, sino que, además, es determinante en las conductas, emociones, hábitos y estilos de vida. El ejercicio físico juega un papel muy importante en las etapas de la infancia y adolescencia, ya que hace activar varias zonas del cerebro, produciendo beneficios como la estimulación del nacimiento de nuevas neuronas en el hipocampo y la promoción de la vascularización cerebral, retardando el envejecimiento y el daño cerebral. También, disminuye la ansiedad y la depresión y aumenta la autoestima y mejora la sensación de bienestar, incidiendo como factor protector ante diversas enfermedades crónicas y el consumo de drogas.
La actividad física es fundamental para un adecuado desarrollo cerebral de niños, niñas y adolescentes, por lo que es importante promover un “cuerpo activo para un cerebro activo” (Alfaro et al., 2018).